Este es un espacio creado para ser una fuente de información sobre temas relacionados con la adolescencia, dirigido a jóvenes, estudiantes, padres de familia y maestros; cuenta con la colaboración académica de la Universidad Tecnológica de México. UNITEC

sábado, 21 de febrero de 2015

Embarazo Precoz


De acuerdo con el Consejo Nacional de la Población (CONAPO), en México uno de cada seis nacimientos en el país, ocurre en mujeres menores de 19 años.
El embarazo entre niñas y adolescentes se considera, desde el punto de vista médico y social, como una situación de riesgo para la salud y el desarrollo personal de la madre, hijo y pareja.
En mujeres de entre 10 y 19 años de edad, afecta su proyecto de vida, limita sus posibilidades de educación, así como su desarrollo profesional y económico.
Las consecuencias de un embarazo precoz afectan tanto a adolescentes, como a sus familias:
1. La familia se ve en la necesidad de apoyar a la madre tanto emocional como económicamente.
2. Se generan sentimientos encontrados acerca del embarazo. Preocupaciones obsesivas por el bienestar del feto o enojo por asumir la maternidad: este compromiso implica un sacrificio y abandono de muchas actividades que deben ser parte del desarrollo normal de los adolescentes.
3. Surgen problemas de comunicación y en la estabilidad emocional de la pareja. En algunos casos puede llevarse al extremo con violencia física y emocional.
4. Familiares externos intervienen en la relación de pareja y asumen roles que no les corresponden.

5. Los adolescentes sienten culpa, remordimiento y baja su autoestima por haber fallado a los padres.

Sexualidad responsable

La sexualidad no solamente incluye el acto sexual, es parte del desarrollo de tu identidad. Al entrar a la adolescencia es común que inicies a experimentar con la masturbación y fantasías sexuales, lo cual va llenándote de dudas que generalmente quedan sin responderse.
A pesar del bombardeo de información y los esfuerzos que se hacen para conseguir una educación sexual de calidad es común que niños y adolescentes no presten suficiente atención a lo que los adultos intentan transmitirles (tanto padres como maestros) además de que para estos últimos puede resultar difícil hablar de estos temas que por mucho tiempo se han considerado “tabú”.
Conforme vas creciendo es común que vayan apareciendo los primeros contactos físicos (besos y/o caricias) más a manera de exploración, lo que posteriormente llevará al inicio de las relaciones sexuales.
Si bien es cierto que muchos jóvenes al iniciar su vida sexual mantienen una relación monógama con su pareja hay otros que, por afán de experimentar o por mera presión de sus pares buscan tener tantas parejas sexuales como les sea posible, lo que los lleva a exponerse a riesgos que pueden llevarlos a enfermedades muy peligrosas de las que muchas veces no tienen conocimiento.

El inicio de las relaciones sexuales

Una duda que comparten adultos y jóvenes es cuándo se deben iniciar las relaciones sexuales, más si éstas incluyen el coito, lo que implica riesgo al embarazo y mayor peligro de contagio de enfermedades de transmisión sexual. Preocupa en especial el cómo saber el momento adecuado para iniciarse. Aunque, en realidad, los comienzos son muy paulatinos: cogerse de la mano, un beso en la cara o en la boca, caricias... No obstante, al final la duda se concreta en saber cuál es la edad buena para empezar las relaciones sexuales completas. Lo ideal es que se llegue a ese momento preparado psicológicamente y que tanto el protagonista como sus progenitores y educadores lo interpreten como un acto de responsabilidad y libertad. Por lo tanto, la respuesta a esa duda no se puede reducir a ofrecer una edad para iniciarse, porque el criterio cronológico no siempre se corresponde con la madurez afectiva. La respuesta supone un análisis de la situación que comprende diferentes factores.
En primer lugar, el adolescente debe analizarse a sí mismo y descubrir cuál es su actitud personal ante el sexo, así como si es responsable para asumir las consecuencias de mantener relaciones sexuales con otra persona. Debe ser lo suficientemente maduro o madura como para adquirir una protección adecuada para prevenir un embarazo y enfermedades de transmisión sexual. Pero también hay que ser maduro para hacer frente a unas respuestas emocionales y complejas, muy importantes para definir el futuro comportamiento. Se inician los desengaños amorosos, el enamoramiento, la necesidad del otro.
Después llega el análisis del otro, es decir, de la persona con la que se va a tener relaciones. Hay que estar seguro de que ofrece confianza y respeto. Debe ser una persona adecuada con la que compartir la intimidad, y a la que se llega desde la plena libertad, no con el propósito de satisfacer los deseos del otro sin conocer los propios.
Para terminar, merece la pena reflexionar sobre la familia, el entorno y el grupo. Las relaciones sexuales pertenecen a la intimidad de las personas, y por ello no hay obligación de compartir con los demás detalles sobre ellas, salvo si se quiere hacer o se necesita hacerlo; mucho menos seguir los dictámenes de los otros sobre el ejercicio de la sexualidad. Los amigos lo son en la medida en que respetan al prójimo y no le llevan a hacer cosas que no quiere o no está seguro de querer. A los padres y madres, por lo general, les costará entender a sus hijos como seres sexuales. Esto resulta comprensible pero no debe empujarles a coartar la libertad de sus hijos.

jueves, 19 de febrero de 2015

ADOLESCENCIA Y SEXUALIDAD


La adolescencia es una etapa de crecimiento físico y emocional que plantea nuevos temas vinculados al cuidado de la salud.
Muchas personas creen que “la sexualidad” es sinónimo de relaciones sexuales o se refiere sólo a los genitales. Sin embargo, se trata de un concepto mucho más amplio.
La sexualidad es un proceso dinámico y complejo que comienza cuando nacemos, se manifiesta de distintas maneras a lo largo de nuestra vida e involucra también nuestros sentimientos, emociones y el proceso de conformación de nuestra identidad. La sexualidad tiene que ver con la forma de vestirse, de moverse, de expresarse y de relacionarse con los demás.
El desarrollo sexual se evidencia en el plano emocional y en el plano físico.
En lo emocional:
Por la aparición de nuevos intereses, como ir a bailar, hacer deporte, o pasar más tiempo con amigos. Pero también en la aparición de nuevos sentimientos y sensaciones físicas, tales como los primeros enamoramientos, ilusiones y desilusiones.
En lo físico:
Por el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios (vello  púbico, voz más grave en varones y desarrollo de mamas y ensanchamiento de caderas en mujeres, entre otros). Se acentúan las diferencias físicas entre los varones y las mujeres . Además, los genitales y otras partes del cuerpo aparecen, más que antes, como fuente importante de sensaciones placenteras.
En la adolescencia es importante aprender nuevos cuidados y hábitos saludables.
Hablar de salud sexual y reproductiva, es hablar de la capacidad de disfrutar de una vida sexual segura, responsable, placentera y libre de coerción o violencia
la libertad para decidir si tener o no relaciones sexuales
el poder de decidir si tener hijos o no, cuántos y cuándo 
el derecho a recibir información adecuada para prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual 
los cuidados durante el embarazo y el parto 
la prevención del cáncer de mama, de cuello de útero y de próstata 
el tratamiento de la infertilidad
Es recomendable que al comenzar a transitar la pubertad tanto los varones como las mujeres  puedan tener una entrevista con un médico (pediatra, generalista, clínico, ginecólogo, etc.)

Lamentablemente, las ETS se han convertido en una afección común entre los adolescentes. Debido a que los adolescentes corren mayor riesgo de contraer ETS, es importante aprender qué medidas de protección se pueden tomar.
Cómo se contagian las ETS
Uno de los motivos de la propagación de las ETS es que las personas piensan que sólo se pueden contagiar si tienen relaciones sexuales. Eso no es cierto. Las personas pueden contraer algunas ETS, como el herpes o las verrugas genitales, a través del contacto de la piel con una zona infectada o con úlceras.

Otro mito sobre las ETS es que no se contagian por tener sexo oral o anal. Eso tampoco es cierto, porque los virus o las bacterias que ocasionan las ETS pueden ingresar al cuerpo a través de pequeños cortes o desgarros en la boca y el ano, así como en los genitales.

Las ETS también se contagian con facilidad porque son infecciones que no se notan. De hecho, muchas personas con ETS ni siquiera saben que las tienen. Estas personas corren el riesgo de transmitir la infección a sus parejas sexuales sin darse cuenta.
Algunos de los factores que aumentan las probabilidades de contraer una ETS son:
Actividad sexual a temprana edad. Cuanto más pronto el individuo comience a tener relaciones sexuales, mayor será su probabilidad de contraer una ETS.
Multiplicidad de parejas sexuales. Las personas que tienen contacto sexual (no sólo relaciones sexuales, sino cualquier tipo de actividad íntima) con muchas parejas diferentes corren mayor riesgo que aquellas que siempre tienen la misma pareja.
Relaciones sexuales sin protección. Los condones de látex siempre deben utilizarse, ya que son la única forma de anticoncepción que reduce el riesgo de contraer ETS. Los espermicidas, los diafragmas y otros métodos anticonceptivos pueden ayudar a prevenir el embarazo, pero no brindan protección contra las ETS.

miércoles, 18 de febrero de 2015

¿Quién dijo que crecer no era peligroso?

Como es bien sabido, la adolescencia es una etapa de grandes transformaciones en la que los niños dejan de serlo y dan sus primeros pasos hacia una vida de mayores retos y responsabilidades, lo anterior resulta atractivo , sin embargo, esta etapa de cambios va acompañada de algunos peligros que ponen en riesgo la estabilidad física y emocional del adolescente. Es responsabilidad de todos los que convivimos con adolescentes, conocer y estar atentos a los principales factores de riesgo o focos rojos que abarcan un amplio espectro, va desde drogadicción, sexualidad desordenada, problemas de conducta, problemas legales, entre otros.

Factores de riesgo o luces rojas

1. Consumo abusivo de alcohol, ya que este puede llevar a una pérdida de la autocrítica, distorsión de la realidad, alteraciones de la conducta con desinhibición y facilitación de actos de violencia. El alcohol, al actuar sobre la voluntad debilitándola, facilita el consumo de otras sustancias.
2. Dependencia al tabaco. Es un hábito que puede crear una conducta adictiva dentro de la estructuración de la personalidad, incorporándose esta modalidad de reacción para el futuro. Es también una puerta de entrada al consumo de otras sustancias.
3. Alteraciones permanentes del humor: ansiedad, tristeza, aislamiento, mal humor, hostilidad hacia los familiares y amigos; aburrimiento permanente; violencia.
4. Alteraciones en el estilo de vida: trastornos del sueño, expectativas que van más allá de lo realizable, fatiga frecuente, falta de interés y motivación por cosas que antes interesaban.
5. Actitud tolerante hacia el consumo de tabaco, alcohol y drogas, el frecuentar amigos o compañeros que consumen dichas sustancias.
6. Disminución del rendimiento estudiantil o laboral; faltas frecuentes sin motivo, alteraciones de la conducta y sanciones disciplinarias.
7. Ausencias del hogar por más de 24 horas sin aviso previo. Fugas reiteradas.
8. Situaciones de conflicto familiar prolongados, falta de comunicación real y congruente, problemas de conducta en alguno de los hermanos.

La coexistencia de dos o más de los factores enumerados nos llevan a reflexionar y a profundizar sobre este adolescente. Creemos que está tratando de llamar la atención sobre él, que algo le está ocurriendo y no lo puede expresar de otra forma.

Hablemos de anorexia y bulimia


Todos comemos y lo hacemos principalmente porque es imprescindible para vivir aunque también porque disfrutamos al hacerlo. Sin embargo, como en toda conducta humana existen grandes diferencias entre unos y otros. Unos comen más y otros comen menos, unos suben de peso y otros no. Al comer demasiado o demasiado poco algunas personas llegan a tal extremo que pueden perjudicar su salud hasta el punto de tener que recibir atención médica. Este folleto informativo hace referencia a los trastornos de la alimentación anorexia y bulimia nerviosas.

Aunque lo más fácil es hablar de estos trastornos de la alimentación como dos condiciones diferentes, los pacientes con cierta frecuencia sufren síntomas de ambas enfermedades. De hecho, suele ocurrir que la bulimia se desarrolla tras un período de meses o años de síntomas anoréxicos.

Las mujeres sufren estos trastornos diez veces más frecuentemente que los varones y por tanto a lo largo del presente documento nos referiremos al paciente como "ella". Aunque con frecuencia se cree que estos trastornos son problemas que afectan a los adultos, lo cierto es que en la mayoría de los casos el trastorno comienza en la adolescencia, cuando las pacientes todavía suelen vivir en el domicilio de su familia de origen.

Síntomas

 Anorexia
  • ·         Miedo a la gordura
  • ·         Disminución de la cantidad de comida ingerida que puede llegar a una restricción importante de las ingestas
  • ·         Pérdida excesiva de peso
  • ·         Ejercicio enérgico y excesivo
  • ·         Amenorrea (cese de las menstruaciones).

La anorexia generalmente comienza en la mitad de la adolescencia (de los 13-19 años) y afecta a una de cada 150 niñas de 15 años de edad. Ocasionalmente puede comenzar antes, en la infancia, o con posterioridad, en la década de los 30 a los 40 años. Las niñas procedentes de familias de profesionales libres o empresarios suelen tener una mayor probabilidad de desarrollar estos trastornos que las procedentes de las familias de clase trabajadora o asalariados.

La anorexia casi siempre comienza con la dieta de cada día, que suele formar parte de la vida de cualquier adolescente. Cerca de un tercio de las anoréxicas tenían sobrepeso antes de comenzar la dieta que les llevó a la anorexia. A diferencia de lo que ocurre en las dietas normales, que finalizan cuando el peso deseado es alcanzado, en la anorexia la dieta y la pérdida de peso continuará llevando el peso de la paciente por debajo del límite normal correspondiente a su edad y altura. La paciente anoréxica ingiere una mínima cantidad de calorías al día que puede contrastar con las grandes cantidades de frutas, vegetales y ensaladas que ingiere. Además, las pacientes suelen hacer ejercicio físico enérgico o tomar pastillas para adelgazar para mantener bajo su peso. En contraste con su propia actitud para comer, las pacientes anoréxicas pueden mostrar un gran interés por comprar comida y cocinar para los demás.

Aunque técnicamente la palabra "anorexia" significa "pérdida de apetito", las pacientes con anorexia realmente tienen un apetito normal, a pesar de que controlen de forma drástica lo que comen.

Según transcurre el tiempo, sin embargo, la adolescente con anorexia puede también desarrollar algunos síntomas de bulimia. Ellas pueden provocarse el vómito o utilizar laxantes como forma de controlar su peso. A diferencia de lo que ocurre en las bulímicas puras, su peso continuará siendo muy bajo.

Bulimia

  • ·         Miedo a la gordura
  • ·         Atracones de comida
  • ·         Peso normal
  • ·         Reglas irregulares
  • ·         Vómitos y/o uso excesivo de laxantes

Esta condición generalmente afecta a un grupo de edad ligeramente superior al de las pacientes anoréxicas, con frecuencia mujeres con poco más de 20 años que también han tenido un problema de sobrepeso en la infancia. Afecta a tres de cada 100 mujeres en algún momento de sus vidas. Al igual que en las anoréxicas, las pacientes con bulimia sufren de un miedo exagerado a estar gordas. A diferencia de las anoréxicas, las bulímicas generalmente se las arreglan para mantener su peso dentro de los límites normales. Esto es debido a que, a pesar de que intentan perder peso provocándose el vómito o tomando laxantes, también se dan atracones. Estos atracones implican el ingerir, en un período corto de tiempo, grandes cantidades de alimentos que engordan y que habitualmente no se permiten. Por ejemplo, pueden comerse varios paquetes de galletas seguidos, varias cajas de bombones y varios pasteles en un par de horas o incluso en menos tiempo. Con posterioridad se sentirá enferma, muy culpable y deprimida. Los atracones o los vómitos pueden hacer que su peso suba o baje por encima de 3 kilos en un período de tiempo muy corto. Esto es extremadamente desagradable, aunque para muchas llega a ser un círculo vicioso del que no pueden salir ya que su patrón caótico de alimentación domina sus vidas

Consecuencias de la anorexia y de la bulimia

  • ·         Inanición - Hambre
  • ·         Insomnio
  • ·         Estreñimiento
  • ·         Dificultad para concentrarse o pensar de forma clara
  • ·         Depresión
  • ·         Sentimiento de frio
  • ·         Huesos frágiles que se rompen fácilmente Los músculos se debilitan y llega a resultar un esfuerzo el hacer cualquier cosa
  • ·         Muerte

Vomitar

  • ·         El ácido del estómago disuelve el esmalte de los dientes
  • ·         Cara hinchada (debido al agrandamiento de las glándulas salivares)
  • ·         Latidos cardíacos irregulares
  • ·         Debilidad muscular
  • ·         Daño renal
  • ·         Convulsiones epilépticas
  • ·         Laxantes
  • ·         Dolores intestinales persistentes
  • ·         Dedos hinchados
  • ·         Lesiones en los músculos intestinales que pueden conducir a estreñimiento crónico
  • Causas


Existen muchas ideas diferentes sobre las causas de estos dos trastornos aunque es necesario señalar que no todas son aplicables a cada paciente.

Presión social


En las sociedades que no valoran la delgadez, estos trastornos de la conducta alimentaria son realmente raros. Entre las personas cercanas a las escuelas de ballet, donde la delgadez se valora de forma extrema, son muy frecuentes. Generalmente, en la cultura occidental "lo delgado es bello". La televisión, los periódicos y las revistas estan llenos de fotografías e imágenes de hombres y mujeres jóvenes, atractivos y delgados. Estos medios de comunicación continuamente nos presentan dietas milagrosas y planes de ejercicio que nos permitan moldear nuestros cuerpos según el patrón de esas figuras idealizadas artificiales. Como resultado, casi todo el mundo hace dieta en algún momento u otro. Es fácil ver como esta presión social puede dar lugar a que algunas mujeres jóvenes hagan una dieta excesiva y eventualmente desarrollen anorexia.

Control


Se ha dicho que el hacer dieta puede llegar a ser una actividad muy satisfactoria. Casi todos nosotros conocemos la sensación de satisfacción que se experimenta al comprobar en la pesa que hemos perdido un par de kilos. Es agradable el sentir que hemos conseguido controlarnos de un modo claro y visible. Este hecho puede ser especialmente satisfactorio para las niñas en la etapa de la adolescencia ya que pueden creer que el peso es la única parte de sus vidas sobre la cual ellas tienen algún control. Así, es fácil ver hasta que punto la dieta puede ser un fin en sí mismo, más que sólo una forma de perder peso.

Pubertad


Una niña con anorexia puede perder o bien no llegar a desarrollar por completo algunas de las características físicas de una mujer adulta, tales como el vello púbico, los pechos y los ciclos menstruales. Como resultado, la paciente puede parecer muy joven para su edad. El hacer dieta puede por tanto ser visto como una forma de diferir en el tiempo o evitar algunas de las demandas de madurez, especialmente las sexuales. Desafortunadamente, esta condición hace difícil a la paciente el alcanzar la madurez y el autoconocimiento que implica el afrontar los problemas que conlleva el crecer.

Familia


El comer es una parte muy importante de nuestra vida de relación con los demás. El aceptar alimentos suele dar placer al que los ofrece mientras que rechazarlos generalmente causa ofensa. Esto es particularmente importante en las familias. Algunos niños y adolescentes pueden descubrir que decir no a los alimentos es la única forma de que disponen para expresar sus sentimientos o para tener alguna influencia en su familia.

Depresión


Muchos de nosotros conocemos la experiencia de comer cuando nos encontramos trastornados o incluso cuando estamos aburridos. Muchas pacientes con bulimia tienen síntomas depresivos y puede ser que sus atracones se iniciaran como una forma de afrontar su sentimiento de infelicidad. Sentirse rellenos e hinchados puede hacer empeorar esos sentimientos mientras que vomitar y purgarse añade un sentimiento de culpa y de tristeza.

Trastornos


Todos nosotros tenemos diferentes formas de reaccionar ante las cosas malas que nos pasan en nuestras vidas. En algunas personas, la anorexia y la bulimia parecen haber sido desencadenadas por algún acontecimiento desagradable (tal como la ruptura de una relación sentimental). En ocasiones, no se trata de un acontecimiento negativo sino solamente de uno importante, como puede ser el matrimonio o dejar el domicilio familiar.

Buscando Ayuda


Generalmente son los miembros de la familia de la paciente anoréxica los que se dan cuenta de que algo va mal cuando su hija o hermana, a pesar de estar realmente delgada, continúa perdiendo peso. Aunque para otras personas la pérdida de peso de la paciente parece alarmante por excesiva, la paciente difícilmente admitirá que tiene un problema. Ella continuará pensando que tiene un sobrepeso, que está gorda. De hecho, incluso los demás pueden no darse cuenta durante algún tiempo de que la paciente tiene este problema debido a las grandes cantidades de alimentos saludables que ingiere, pero que por supuesto no engordan.

En la bulimia la paciente con frecuencia se siente culpable y avergonzada de su conducta y puede ocultar su trastorno durante mucho tiempo, a pesar del hecho de que ingerir grandes cantidades de alimentos para con posterioridad vomitarlos es una actividad agotadora y que consume mucho tiempo, disminuyendo su rendimiento laboral y pudiendo hacer realmente difícil el llevar a cabo una vida social activa.

Así, puede ser un tremendo alivio para la paciente el poder admitir el problema que tiene. Con cierta frecuencia se verá forzada a hacerlo por algún cambio en sus circunstancias vitales, tal como una nueva relación o el vivir con otras personas.

Reconocimiento


El primer paso para poder tratar un trastorno es el reconocerlo adecuadamente. Es mucho más fácil ayudar a una paciente con anorexia o bulimia si el problema es reconocido y tratado rápidamente. Cuanto más tiempo permanezca sin diagnosticar, peor llegará a ser el problema, y más difícil será su tratamiento. La anorexia puede ser una amenaza grave para la vida, por eso es importante el acudir a su médico lo antes posible.

Remisión


Una vez que el problema ha sido reconocido, la paciente debe ser vista por un psiquiatra o psicólogo que tenga experiencia en esta clase de trastornos. Su médico de cabecera sabrá con quien contactar. Aunque hasta hace poco existía la tendencia a ingresar a las pacientes anoréxicas en la planta de psiquiatría de un hospital general, lo cierto es que la mayoría de las pacientes pueden ser tratadas como pacientes ambulatorios si la pérdida de peso no es muy grave.

Valoración


El primer paso que dará el psiquiatra será el tener una larga conversación con la paciente para intentar clarificar cuando surgió el trastorno y cómo se ha desarrollado. Esta conversación precisará el discutir muchos aspectos de sus sentimientos y de su vida. Esta entrevista es imprescindible y dependiendo de la cantidad de peso perdido también podrá ser necesario un examen físico completo y la realización de análisis de sangre. El Psiquiatra probablemente solicite el permiso de la paciente para poder entrevistar a sus amigos o familiares con el objeto de obtener mayor información sobre el problema.

Tratamiento


Anorexia


Si una chica ha adelgazado excesivamente y sus reglas han desaparecido lo sensato es que recupere un peso aceptable para su edad y estatura. Para ayudarle a esto, tanto la paciente como su familia primero necesitan información. ¿Cuál es un peso "normal " para la paciente? ¿Cuántas calorías al día son necesarias para alcanzarlo? Para muchas pacientes, la pregunta más importante es ¿cómo puedo estar segura de que no me pasaré de ese peso y me pondré gorda? En la anorexia, las pacientes tienen un excesivo control de sus ingestas, de lo que comen. ¿Cómo podemos tranquilizarla? Para jóvenes que viven todavía en casa de sus padres, corresponde a éstos la tarea de comprobar la comida que la paciente ingiere, al menos durante cierto tiempo. Esto incluye el estar seguros de que la paciente lleva a cabo comidas regulares con el resto de la familia y de que ingiere suficientes calorías. Gran cantidad de lechuga puede ser ilusorio o engañoso. También es muy importante que la paciente y la familia vean a su psiquiatra con regularidad, tanto para comprobar el peso como para recibir el apoyo necesario, ya que el tener una anoréxica en la familia puede resultar extremadamente estresante. Para la mayoría de las pacientes será importante el discutir temas que consideran importantes (relaciones interpersonales, colegio, autoconocimiento, problemas familiares, etc.).

Solamente si estos pasos tan simples no funcionan o si la pérdida de peso amenaza la vida de la paciente se deberá considerar la posibilidad de ingresar en un hospital. El tratamiento en régimen de ingreso es similar al ambulatorio, con medidas dietéticas y psicoterapia, aunque en un ambiente mucho más estructurado.

 

Bulimia

 

Aquí la prioridad es el regresar a un patrón alimentarlo regular. La meta es el mantener un peso constante, invariable, con tres comidas al día a sus horas fijas, sin vomitar ni privarse de nada. Las pacientes generalmente tienen más edad que las anoréxicas y ya no suelen vivir con su familia de origen, debiéndose por tanto hacer más énfasis en la realización de un diario de sus hábitos alimenticios alterados y en desarrollar autocontrol. De nuevo la información dietética es imprescindible y debe suministrársela a la paciente para que no se sienta descorazonada por poder ganar demasiado peso.

La otra parte del tratamiento es la psicoterapia, el hablar sobre las cosas del pasado o actuales que pueden haber influido en su trastorno de la alimentación, así como de cualquier dificultad personal existente.


Para aquellas pacientes con depresión asociada a su bulimia será necesaria la medicación antidepresiva.

martes, 17 de febrero de 2015

ADOLESCENTES Y TRASTORNOS ALIMENTARIOS

ADOLESCENTES Y TRASTORNOS ALIMENTARIOS
Prescindir de alguna comida del día, bien sea del desayuno o de la cena, es frecuente, sobre todo, entre las adolescentes, como lo es también la tendencia a comer alimentos "light". Su idea de limitar la ingesta de calorías por estas vías les hace pensar, de manera equivocada, que perderán el peso que estiman oportuno para conseguir una figura más estilizada. Otras chicas hacen el proceso de adelgazamiento junto con sus madres, que se arrepentirán durante años de haber comenzado juntas". Seguir dietas de adelgazamiento es uno de los pasos claves para el inicio de un trastorno grave de la conducta alimentaria.
Los adolescentes son el grupo de población entre 12 y 18 años, con unas preferencias alimentarias muy marcadas y, en cierta medida, bastante alejadas de los patrones dietéticos más saludables para esta franja de edad. La práctica común de aligerar las cenas (a base de ensaladas, o sólo fruta o yogur), la tendencia a picotear más que a ingerir una verdadera comida, la preferencia por la comida rápida, el inicio en el consumo de bebidas alcohólicas los fines de semana, etc., son algunos de los hábitos que conforman el día a día de la alimentación. Estas prácticas dietéticas insanas afectan a la sincronización de los ritmos circadianos y predisponen a los jóvenes a desarrollar desde edades tempranas problemas digestivos. Incluso, aumentan el riesgo de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y la obesidad.
Conducta alimentaria poco saludable
La principal fuente de información disponible de los hábitos alimentarios y el estado nutricional de la población infantil y juvenil es un estudio llevado a cabo entre los años 1998 y 2000. En él se refleja un modelo de consumo alimentario que parece perpetuarse diez años más tarde. En general, los adolescentes tienen unas preferencias alimentarias muy definidas: prefieren la carne más que el pescado, son ávidos consumidores de leche y derivados lácteos (yogures y postres como flanes y natillas), mientras que la ingesta de vegetales (ensaladas, verduras y frutas) es muy justa, sin alcanzar las cinco raciones diarias recomendadas.

Además, la presencia de alimentos integrales como el pan, los cereales, el arroz o la pasta, es muy escasa en los menús de estos jóvenes. A estas costumbres se suman otras tendencias marcadas por los horarios irregulares de las comidas, sobre todo los fines de semana, la ausencia de alguna de ellas -como el desayuno o la cena- y la ingesta de raciones exageradas de alimentos o de productos poco saludables. Entre otros aspectos que influyen en estas rutinas, destacan:

Seguir dietas de adelgazamiento en la adolescencia es uno de los pasos claves que origina el inicio de un trastorno grave de la conducta alimentaria
El precio de la comida rápida: el coste barato de la "fast food" y de los alimentos precocinados (pizzas, lasañas, croquetas, empanadillas, hamburguesas, perritos calientes y similares) y su disponibilidad casi en cualquier lugar y a cualquier hora, favorece que este tipo de comida resulte muy asequible y apetecible para los adolescentes. Además, aunque la oferta abarca alternativas más saludables, como ensaladas variadas, macedonias de fruta, yogures o alimentos a la plancha, su buena apariencia se esfuma entre los ingredientes extras añadidos, las salsas, las cremas y los siropes dulces de los postres.

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Estos hábitos dietéticos irregulares afectan a la sincronización de numerosos ritmos circadianos, en particular, los relacionados con las funciones digestivas y metabólicas. A largo plazo, se altera la funcionalidad de órganos vitales como el páncreas, el hígado y el estómago. Estas situaciones predisponen a los jóvenes a desarrollar desde edades tempranas problemas digestivos e, incluso, aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, como las cardiovasculares y la obesidad. El momento del día en que se tomen los alimentos y la frecuencia con que se consuman son claves para mantener una buena salud.

CARACTERÍSTICAS SEXUALES

Se llaman caracteres sexuales, a las características anatómicas y fisiológicas que nos distinguen a los hombres de las mujeres, es decir al sexo que tenemos. Los caracteres sexuales primarios son los órganos sexuales con los que nacemos y que nos permiten saber si somos niños o niñas.

Los caracteres sexuales primarios

Estos caracteres se determinan desde el momento de la concepción o fecundación, o sea cuando se unen los cromosomas del espermatozoide y del óvulo. Desde que nacemos hasta más o menos los 10 u 11 años de edad, el cuerpo de los niños y niñas funcionan igualito y la única diferencia visible son los caracteres sexuales primarios.

Los caracteres sexuales secundarios.

 Desde que nacemos hasta más o menos los 10 u 11 años de edad, el cuerpo de los niños y niñas funcionan igualito y la única diferencia visible son los caracteres sexuales primarios. Todos los sistemas y órganos de cuerpo desarrollan las mismas funciones, hasta la pubertad, etapa en la que se presentarán los caracteres sexuales secundarios.



 
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