Todos comemos y lo hacemos
principalmente porque es imprescindible para vivir aunque también porque
disfrutamos al hacerlo. Sin embargo, como en toda conducta humana existen
grandes diferencias entre unos y otros. Unos comen más y otros comen menos,
unos suben de peso y otros no. Al comer demasiado o demasiado poco algunas
personas llegan a tal extremo que pueden perjudicar su salud hasta el punto de
tener que recibir atención médica. Este folleto informativo hace referencia a
los trastornos de la alimentación anorexia y bulimia nerviosas.
Aunque lo más fácil es hablar de
estos trastornos de la alimentación como dos condiciones diferentes, los
pacientes con cierta frecuencia sufren síntomas de ambas enfermedades. De
hecho, suele ocurrir que la bulimia se desarrolla tras un período de meses o
años de síntomas anoréxicos.
Las mujeres sufren estos
trastornos diez veces más frecuentemente que los varones y por tanto a lo largo
del presente documento nos referiremos al paciente como "ella".
Aunque con frecuencia se cree que estos trastornos son problemas que afectan a
los adultos, lo cierto es que en la mayoría de los casos el trastorno comienza
en la adolescencia, cuando las pacientes todavía suelen vivir en el domicilio
de su familia de origen.
Síntomas
Anorexia
- ·
Miedo a la gordura
- ·
Disminución de la cantidad de comida ingerida
que puede llegar a una restricción importante de las ingestas
- ·
Pérdida excesiva de peso
- ·
Ejercicio enérgico y excesivo
- ·
Amenorrea (cese de las menstruaciones).
La anorexia generalmente comienza
en la mitad de la adolescencia (de los 13-19 años) y afecta a una de cada 150
niñas de 15 años de edad. Ocasionalmente puede comenzar antes, en la infancia,
o con posterioridad, en la década de los 30 a los 40 años. Las niñas
procedentes de familias de profesionales libres o empresarios suelen tener una
mayor probabilidad de desarrollar estos trastornos que las procedentes de las
familias de clase trabajadora o asalariados.
La anorexia casi siempre comienza
con la dieta de cada día, que suele formar parte de la vida de cualquier
adolescente. Cerca de un tercio de las anoréxicas tenían sobrepeso antes de
comenzar la dieta que les llevó a la anorexia. A diferencia de lo que ocurre en
las dietas normales, que finalizan cuando el peso deseado es alcanzado, en la
anorexia la dieta y la pérdida de peso continuará llevando el peso de la
paciente por debajo del límite normal correspondiente a su edad y altura. La
paciente anoréxica ingiere una mínima cantidad de calorías al día que puede
contrastar con las grandes cantidades de frutas, vegetales y ensaladas que
ingiere. Además, las pacientes suelen hacer ejercicio físico enérgico o tomar
pastillas para adelgazar para mantener bajo su peso. En contraste con su propia
actitud para comer, las pacientes anoréxicas pueden mostrar un gran interés por
comprar comida y cocinar para los demás.
Aunque técnicamente la palabra
"anorexia" significa "pérdida de apetito", las pacientes
con anorexia realmente tienen un apetito normal, a pesar de que controlen de
forma drástica lo que comen.
Según transcurre el tiempo, sin
embargo, la adolescente con anorexia puede también desarrollar algunos síntomas
de bulimia. Ellas pueden provocarse el vómito o utilizar laxantes como forma de
controlar su peso. A diferencia de lo que ocurre en las bulímicas puras, su
peso continuará siendo muy bajo.
Bulimia
- ·
Miedo a la gordura
- ·
Atracones de comida
- ·
Peso normal
- ·
Reglas irregulares
- ·
Vómitos y/o uso excesivo de laxantes
Esta condición generalmente
afecta a un grupo de edad ligeramente superior al de las pacientes anoréxicas,
con frecuencia mujeres con poco más de 20 años que también han tenido un
problema de sobrepeso en la infancia. Afecta a tres de cada 100 mujeres en
algún momento de sus vidas. Al igual que en las anoréxicas, las pacientes con
bulimia sufren de un miedo exagerado a estar gordas. A diferencia de las
anoréxicas, las bulímicas generalmente se las arreglan para mantener su peso
dentro de los límites normales. Esto es debido a que, a pesar de que intentan perder
peso provocándose el vómito o tomando laxantes, también se dan atracones. Estos
atracones implican el ingerir, en un período corto de tiempo, grandes
cantidades de alimentos que engordan y que habitualmente no se permiten. Por
ejemplo, pueden comerse varios paquetes de galletas seguidos, varias cajas de
bombones y varios pasteles en un par de horas o incluso en menos tiempo. Con
posterioridad se sentirá enferma, muy culpable y deprimida. Los atracones o los
vómitos pueden hacer que su peso suba o baje por encima de 3 kilos en un
período de tiempo muy corto. Esto es extremadamente desagradable, aunque para
muchas llega a ser un círculo vicioso del que no pueden salir ya que su patrón
caótico de alimentación domina sus vidas
Consecuencias de la anorexia y de
la bulimia
- ·
Inanición - Hambre
- ·
Insomnio
- ·
Estreñimiento
- ·
Dificultad para concentrarse o pensar de forma
clara
- ·
Depresión
- ·
Sentimiento de frio
- ·
Huesos frágiles que se rompen fácilmente Los
músculos se debilitan y llega a resultar un esfuerzo el hacer cualquier cosa
- ·
Muerte
Vomitar
- ·
El ácido del estómago disuelve el esmalte de los
dientes
- ·
Cara hinchada (debido al agrandamiento de las
glándulas salivares)
- ·
Latidos cardíacos irregulares
- ·
Debilidad muscular
- ·
Daño renal
- ·
Convulsiones epilépticas
- ·
Laxantes
- ·
Dolores intestinales persistentes
- ·
Dedos hinchados
- ·
Lesiones en los músculos intestinales que pueden
conducir a estreñimiento crónico
- Causas
Existen muchas ideas diferentes
sobre las causas de estos dos trastornos aunque es necesario señalar que no
todas son aplicables a cada paciente.
Presión social
En las sociedades que no valoran
la delgadez, estos trastornos de la conducta alimentaria son realmente raros.
Entre las personas cercanas a las escuelas de ballet, donde la delgadez se
valora de forma extrema, son muy frecuentes. Generalmente, en la cultura
occidental "lo delgado es bello". La televisión, los periódicos y las
revistas estan llenos de fotografías e imágenes de hombres y mujeres jóvenes,
atractivos y delgados. Estos medios de comunicación continuamente nos presentan
dietas milagrosas y planes de ejercicio que nos permitan moldear nuestros
cuerpos según el patrón de esas figuras idealizadas artificiales. Como
resultado, casi todo el mundo hace dieta en algún momento u otro. Es fácil ver
como esta presión social puede dar lugar a que algunas mujeres jóvenes hagan
una dieta excesiva y eventualmente desarrollen anorexia.
Control
Se ha dicho que el hacer dieta
puede llegar a ser una actividad muy satisfactoria. Casi todos nosotros
conocemos la sensación de satisfacción que se experimenta al comprobar en la
pesa que hemos perdido un par de kilos. Es agradable el sentir que hemos
conseguido controlarnos de un modo claro y visible. Este hecho puede ser
especialmente satisfactorio para las niñas en la etapa de la adolescencia ya
que pueden creer que el peso es la única parte de sus vidas sobre la cual ellas
tienen algún control. Así, es fácil ver hasta que punto la dieta puede ser un
fin en sí mismo, más que sólo una forma de perder peso.
Pubertad
Una niña con anorexia puede
perder o bien no llegar a desarrollar por completo algunas de las
características físicas de una mujer adulta, tales como el vello púbico, los
pechos y los ciclos menstruales. Como resultado, la paciente puede parecer muy
joven para su edad. El hacer dieta puede por tanto ser visto como una forma de
diferir en el tiempo o evitar algunas de las demandas de madurez, especialmente
las sexuales. Desafortunadamente, esta condición hace difícil a la paciente el
alcanzar la madurez y el autoconocimiento que implica el afrontar los problemas
que conlleva el crecer.
Familia
El comer es una parte muy
importante de nuestra vida de relación con los demás. El aceptar alimentos
suele dar placer al que los ofrece mientras que rechazarlos generalmente causa
ofensa. Esto es particularmente importante en las familias. Algunos niños y adolescentes
pueden descubrir que decir no a los alimentos es la única forma de que disponen
para expresar sus sentimientos o para tener alguna influencia en su familia.
Depresión
Muchos de nosotros conocemos la
experiencia de comer cuando nos encontramos trastornados o incluso cuando
estamos aburridos. Muchas pacientes con bulimia tienen síntomas depresivos y
puede ser que sus atracones se iniciaran como una forma de afrontar su
sentimiento de infelicidad. Sentirse rellenos e hinchados puede hacer empeorar
esos sentimientos mientras que vomitar y purgarse añade un sentimiento de culpa
y de tristeza.
Trastornos
Todos nosotros tenemos diferentes
formas de reaccionar ante las cosas malas que nos pasan en nuestras vidas. En
algunas personas, la anorexia y la bulimia parecen haber sido desencadenadas
por algún acontecimiento desagradable (tal como la ruptura de una relación
sentimental). En ocasiones, no se trata de un acontecimiento negativo sino
solamente de uno importante, como puede ser el matrimonio o dejar el domicilio
familiar.
Buscando Ayuda
Generalmente son los miembros de
la familia de la paciente anoréxica los que se dan cuenta de que algo va mal
cuando su hija o hermana, a pesar de estar realmente delgada, continúa
perdiendo peso. Aunque para otras personas la pérdida de peso de la paciente
parece alarmante por excesiva, la paciente difícilmente admitirá que tiene un
problema. Ella continuará pensando que tiene un sobrepeso, que está gorda. De
hecho, incluso los demás pueden no darse cuenta durante algún tiempo de que la
paciente tiene este problema debido a las grandes cantidades de alimentos
saludables que ingiere, pero que por supuesto no engordan.
En la bulimia la paciente con
frecuencia se siente culpable y avergonzada de su conducta y puede ocultar su
trastorno durante mucho tiempo, a pesar del hecho de que ingerir grandes
cantidades de alimentos para con posterioridad vomitarlos es una actividad
agotadora y que consume mucho tiempo, disminuyendo su rendimiento laboral y
pudiendo hacer realmente difícil el llevar a cabo una vida social activa.
Así, puede ser un tremendo alivio
para la paciente el poder admitir el problema que tiene. Con cierta frecuencia
se verá forzada a hacerlo por algún cambio en sus circunstancias vitales, tal
como una nueva relación o el vivir con otras personas.
Reconocimiento
El primer paso para poder tratar
un trastorno es el reconocerlo adecuadamente. Es mucho más fácil ayudar a una
paciente con anorexia o bulimia si el problema es reconocido y tratado
rápidamente. Cuanto más tiempo permanezca sin diagnosticar, peor llegará a ser
el problema, y más difícil será su tratamiento. La anorexia puede ser una
amenaza grave para la vida, por eso es importante el acudir a su médico lo
antes posible.
Remisión
Una vez que el problema ha sido
reconocido, la paciente debe ser vista por un psiquiatra o psicólogo que tenga
experiencia en esta clase de trastornos. Su médico de cabecera sabrá con quien
contactar. Aunque hasta hace poco existía la tendencia a ingresar a las pacientes
anoréxicas en la planta de psiquiatría de un hospital general, lo cierto es que
la mayoría de las pacientes pueden ser tratadas como pacientes ambulatorios si
la pérdida de peso no es muy grave.
Valoración
El primer paso que dará el
psiquiatra será el tener una larga conversación con la paciente para intentar
clarificar cuando surgió el trastorno y cómo se ha desarrollado. Esta
conversación precisará el discutir muchos aspectos de sus sentimientos y de su vida.
Esta entrevista es imprescindible y dependiendo de la cantidad de peso perdido
también podrá ser necesario un examen físico completo y la realización de
análisis de sangre. El Psiquiatra probablemente solicite el permiso de la
paciente para poder entrevistar a sus amigos o familiares con el objeto de
obtener mayor información sobre el problema.
Tratamiento
Anorexia
Si una chica ha adelgazado
excesivamente y sus reglas han desaparecido lo sensato es que recupere un peso
aceptable para su edad y estatura. Para ayudarle a esto, tanto la paciente como
su familia primero necesitan información. ¿Cuál es un peso "normal "
para la paciente? ¿Cuántas calorías al día son necesarias para alcanzarlo? Para
muchas pacientes, la pregunta más importante es ¿cómo puedo estar segura de que
no me pasaré de ese peso y me pondré gorda? En la anorexia, las pacientes
tienen un excesivo control de sus ingestas, de lo que comen. ¿Cómo podemos
tranquilizarla? Para jóvenes que viven todavía en casa de sus padres,
corresponde a éstos la tarea de comprobar la comida que la paciente ingiere, al
menos durante cierto tiempo. Esto incluye el estar seguros de que la paciente
lleva a cabo comidas regulares con el resto de la familia y de que ingiere
suficientes calorías. Gran cantidad de lechuga puede ser ilusorio o engañoso.
También es muy importante que la paciente y la familia vean a su psiquiatra con
regularidad, tanto para comprobar el peso como para recibir el apoyo necesario,
ya que el tener una anoréxica en la familia puede resultar extremadamente
estresante. Para la mayoría de las pacientes será importante el discutir temas
que consideran importantes (relaciones interpersonales, colegio,
autoconocimiento, problemas familiares, etc.).
Solamente si estos pasos tan
simples no funcionan o si la pérdida de peso amenaza la vida de la paciente se
deberá considerar la posibilidad de ingresar en un hospital. El tratamiento en
régimen de ingreso es similar al ambulatorio, con medidas dietéticas y
psicoterapia, aunque en un ambiente mucho más estructurado.
Bulimia
Aquí la prioridad es el regresar
a un patrón alimentarlo regular. La meta es el mantener un peso constante,
invariable, con tres comidas al día a sus horas fijas, sin vomitar ni privarse
de nada. Las pacientes generalmente tienen más edad que las anoréxicas y ya no
suelen vivir con su familia de origen, debiéndose por tanto hacer más énfasis
en la realización de un diario de sus hábitos alimenticios alterados y en
desarrollar autocontrol. De nuevo la información dietética es imprescindible y
debe suministrársela a la paciente para que no se sienta descorazonada por
poder ganar demasiado peso.
La otra parte del tratamiento es
la psicoterapia, el hablar sobre las cosas del pasado o actuales que pueden
haber influido en su trastorno de la alimentación, así como de cualquier
dificultad personal existente.
Para aquellas pacientes con
depresión asociada a su bulimia será necesaria la medicación antidepresiva.